Gritos ahogados

Y luego de tanto tiempo, de tantas lágrimas, de tantas escenas imaginarias y de tantos anhelos, solo hay gritos ahogados, que se tropiezan con las paredes y se golpean unos a otros.

Las risas ya no existen, el amor se volvió un hoyo negro que acaba con las energías, los saludos se volvieron inertes y comienza a dar igual si está o no.

Se acabaron las ilusiones cuando el otro creía que el trabajo estaba hecho.

Marchito, muerto, gris, opaco...

La luna cayó, se quebró, se volvió migajas, que aún en el suelo hacen daño.

Basta de rasguños, de golpes bajos, de manipulaciones.

Que el vuelo levante sin esta alma. No hay más que decir, solo gritos ahogados.