viernes, 26 de octubre de 2018

Creencias

¿Ustedes creen en las causalidades?

Hace un tiempo me hicieron una pregunta que no estaba acostumbrada a recibir: “¿Eres creyente?”

“¿Y qué se supone que responda?”, pensé. “¿Creyente de qué?”

La vida te sorprende de maneras tan sutiles que a veces debes mirar a tu alrededor con mucho detalle, ver más allá de tus narices y darte cuenta de estas cosas, y de estas sorpresas.

Estoy muy agradecida con la vida y sus causalidades, de cómo te conecta con tus anhelos a medida que pasa el tiempo, siempre y cuando no desistas en buscar tus propósitos.

Hoy tuve una charla con una persona que nunca pensé conocer, por lo que representa y por los buenos tiempos que me hizo recordar, me comprobó y reafirmó que sí existieron y fueron reales.

Es cierta la frase “Dios obra de maneras misteriosas” ¡Cuánta razón! 

No abandones tus principios y convicciones y lo verás con tus propios ojos.

Tiempos mejores, experiencia, historia, risas, lágrimas, todo en un momento al que llegué guiada por las causas de haber estado rodeada del entorno que amo, y que ahora extraño, pero gracias a esos tiempos hoy sonreí con nostalgia y con alegría llena de agradecimiento, con la vida y con la manera en cómo pasa.

Es normal caer en la desesperanza, admiro a aquellos que la conocen y con mucha fuerza han seguido adelante, me incluyo, esos momentos parecen ser eternos, incómodos y muchas veces oscuros ¡Pero se curan tan fácil cuando haces las cosas en el momento correcto!

Empieza con un propósito y es increíble a donde te lleva.

Más allá de lo que resulte luego de tal encuentro, agradezco cada una de las cosas buenas y malas. Todas llegan con un mismo fin: Sorprendernos.

Y he ahí mi creencia.




jueves, 21 de junio de 2018

En algún momento

¿A qué te recuerdan las canciones de tu adolescencia? De esas de las que te enamoraste, sin dedicárselas a nadie más. Eras tú enamorándote del amor.

Y es que hoy me di cuenta… vivimos tan perdidos en el hoy, que olvidamos esos momentos mientras nos convertimos en el ahora. Esa transición que extraño, y que viví con el mayor cariño del mundo.

Te propongo retomar el playlist de tu adolescencia, buscar bien, y conseguir aquella canción que de inmediato te transporta a tu casa, a tu familia, a tus amigos o al primer amor. Hoy me pasó luego de mucho tiempo, y sentí nostalgia, pero más allá de eso, sentí como la sonrisa se dibujaba en mi cara, por saber que sentí cada momento con total intensidad.

¿Hubiera podido aprovecharlo mejor? Sin duda. Sin embargo, las hormonas, sumadas a la edad y a las circunstancias, me decían que era auténtico, que esos amores estaban conmigo. Hoy son amores más maduros, más fortalecidos, más sinceros. Aquellos que pasaron me dejan sonrisas y el agrado de haberlos conocido.

Para la época de mi canción, fue un amor muy bonito. Al que le dediqué una de ellas sin contarle ¿Por qué? Quería mantenerla para mí, era un mensaje secreto y yo iba a decidir cuándo dejaría de ser para él. Hoy la escuché de nuevo y me percaté de lo mucho que me faltaba por aprender en ese momento ¡Cuánta juventud!

Poner el cd y escucharlo en el “discman” era un deleite en el que me perdía durante 12 canciones, repetidas una y otra vez como la banda sonora de mi adolescencia. Así pasó el tiempo hasta que el discman se dañó, el cd se rayó y mi amor por la adolescencia y por el amor fueron madurando.

Creo que todos tenemos una canción, o un playlist que nos define. No importan las canciones de moda, no importan los saltos, los gritos y el ruido. Importan esas notas que te transportan, igual que tomarse un té en el momento perfecto.

Soy defensora de las pausas, aquellas que sanan, que te hacen sonreír, que te hacen mirar hacia arriba y apreciar el cielo a pesar del caos en la calle.

Ponte los audífonos, ármate de valor y abraza lo bonito de la nostalgia. Pon el playlist que te llegue al corazón.





viernes, 9 de febrero de 2018

La hora dorada

¿Y si no hubiera nada más para mirar?

Hace pocos días conocí el término “la hora dorada”, es el momento del día cuando el sol colorea todo de dorado mientras se oculta. Hay que saber identificarlo, y luego apreciarlo. Es un momento muy breve.

Tan sublime y a la vez contundente. Como cuando lees rodeado de árboles, un instante que libera y oxigena.

El mundo va más allá de nuestras cuatro paredes mentales. ¿Estás consciente de eso? 

No me refiero a salir en planes ruidosos, con decenas de personas rodeándote. Me refiero a ver más allá, a sentirte cómodo con quien eres, a respirar y por tres segundos sentirte pleno. Más allá de no tener todas las respuestas.

Si aprendiéramos a disfrutar los instantes, la calma nos sería un poco más familiar. No lo digo porque tenga la verdad, lo digo porque también aprendo de ella.

Estaría bueno bajar la velocidad y vivir mejor cada momento. Por salud, por paz, por nosotros mismos.



Mira la hora mágica donde estés: http://www.golden-hour.com/

lunes, 29 de enero de 2018

"¿De dónde vienes?"

Hablemos de humildad, cualidad que pocos entienden, incluso para mí era confuso su significado. Y es que hay una delgada línea entre “pretender ser” humilde y de verdad sentirlo.

Con el paso del tiempo, he aprendido muchos significados: paciencia, deseo, convicción (este lo reforcé), esfuerzo, logro… y humildad. Una palabra de la que muchos carecen, a veces con intención, y otras veces sin darse cuenta.

Pienso que cada uno de nosotros estamos hechos a imagen y semejanza de nuestros padres y nuestras vivencias. Siempre podemos decidir qué tomar y qué desechar, pero el verdadero molde nunca se pierde, siempre surge en las situaciones que lo ameriten.


Acotación: Este post va en primera persona, supongo que es el resultado de crecer.

Volviendo al tema, he visto cómo personas sin humildad juzgan a otras. Yo solo callo y escucho ¿Qué los lleva a ser así?

Estoy convencida que la vida es totalmente perceptible y sensible a las energías. De esas cosas místicas que solo has escuchado, pero sientes y sabes que existen. De allí surge: ¿Qué tantas energías gastan esas personas demostrando su falta de humildad respecto a otras? ¿Se sienten completos? ¿Se sienten satisfechos con su vida, con sus logros, con sus días, con sus cielos?

Cuando agradecemos cada día, cuando sonreímos por el olor del césped recién cortado, cuando miras hacia atrás y ves que el día fue mejor de lo que esperabas. Cuando eso pasa, no entregas tus energías para demostrar falta de nobleza.

¿Creen que funcionaría decirle a esas personas?: “¿Alguna vez te has visto en el espejo para ver tus propios defectos?”.

Con el paso del tiempo también he aprendido y aprehendido, que detrás de cada persona hay una historia. Se sorprenderían si en lugar de juzgar, se sientan, esperan y finalmente escuchan el relato de cada una. Hallarán valor, entereza y hasta admiración. Tanto en lo bueno como en lo malo.

Cada ser existe para no ser juzgado y quedarse con esa imagen. Miremos un poco más: ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu historia? ¿A dónde vas?

Quizás, eso los lleve a aprender y aprehender palabras nuevas, que cada vez sumen a sus bondades, a sus noblezas.

Los que carecen de humildad… quizás no haya marcha atrás, o quizás alguien les diga: “¿Te llena ser así?”. Habría que probar, ensayo y error.

Yo me quedo con mis significados, con mis sonrisas, con mis olores y con cada experiencia. Si muchos logran verlo de la misma manera, lograremos más bondad, porque hasta una sonrisa puede lograr cosas.


PD: Este blog no se hace responsable por emociones exasperadas.