Lo había adornado con un postre que deseaba hace días, luego se detuvo a ver libros y a escuchar a famosos escritores que afortunadamente estaban a una cuadra. Decidió irse a casa antes que la oscuridad la mordiera.
Llegó y se quitó los zapatos, caminar descalza, luego aquel día, era uno de sus pequeños placeres. Era conectarse con lo afortunada que era.
Hizo los quehaceres y se tomó la libertad de servir una copa de vino. “¡Salud!, Así no haya podido ser”, dijo al viento.
Comenzó a sonar “If you leave now” de Chicago ¡Qué conveniente! La música de los 80 la enamora, así que la dejó sonar.
Pensó en aquellas conversaciones sobre música, sobre críticas de cine, sobre filosofías de la vida, sobre dilemas. Temas que solo podía conversar y analizar con él, su dorado anhelo.
“How Deep is your love?”, y entonces sonrió con aquella satírica y dulce lista de reproducción en la que ella no participó, solo la encontró y decidió que sería suya. Sarcásticas ironías de la vida.
Se asomó por la ventana y aún se decía sorprendida. Sin embargo pensó en los momentos cuando lo vio reír, cuando lo observó con atención mientras contaba chistes… quería capturar ese momento en su mente y gracias a eso ahora podía volver a verlo.
“Sigue siendo el mismo cielo”, pensó ella.
Preparó la cena y comió pensando en aquellas palabras, aquellas que revelaron la inseguridad que ella nunca pensó enfrentar.
Se hacía tarde, se cansó de analizar todo y revisarlo como detective. Se sentía ligera, se sentía indiferente a una sentencia negativa. Irónicamente aún tenía seguridad en aquello… aunque sonara absurdo.
“Every Breath You Take”… y sonrió de nuevo. Recordó aquellos anhelados y lindos momentos, donde un 'Buenos días' aseguraba un sol maravilloso.
“Creo que no tiene conciencia de lo que significa para mí”, se dijo a sí misma.
“Creo que no tiene conciencia de lo que significa para mí”, se dijo a sí misma.
Aquella noche se sentía de la mano con la noche: oculta, enigmática, ligera…
Y fue incorporándose al oscuro cielo con su vestido de satén adornado de estrellas, deseando ser tan libre como la brisa.
"No hay ningún lugar en la tierra en el que preferiría estar, que recibiendo tu ternura", dice aquella melodía de Foreigner.