domingo, 17 de enero de 2016

Ventanas


Cosas sinceras, sin atajos. Sentimientos espontáneos.

Abrazo, sonrisas. Un: "no sabré cuando podré tocarte de nuevo, por eso no te soltaré. Así sean unos minutos más".

Tampoco es fácil para quien permanece. La mitad de las vivencias se van con la otra esencia.

Un gesto, una mirada cómplice, un risa al máximo volumen que revele toneladas de pensamientos compartidos. Un abrazo lleno de gratitud que sea eterno.

Una mañana soleada donde el océano esté al abrir la ventana. Del otro lado una montaña inmensa da los buenos días. Son mundos distintos, los hilos siguen siendo los mismos.

Luces a media noche desde ambas partes. Nostalgia, expectativa, comprensión, fe.

Que la emoción sea eterna y el sol siempre esté ahí. Nublado, soleado, con gotas de rocío, pero siempre ahí, con ganas de ser mejor, de sentirse más completo.

De ver un nuevo amanecer.